Sin lugar a dudas este es el peor día de toda mi vida. No solo por lo que ha ocurrido, sino porque puedo sentir como toda la aldea clava su mirada en mi. ¿Será por lastima? ¿Será por odio?
Una vez acabada la misa veo al fin mi momento: Aprovecho que el padre Jebediah está distraído con mis padres para colarme rápidamente en la iglesia y acercarme a mi hermana.
No debería hacer esto, pues cada vez que la veo y pienso que no volverá a levantarse se me encoge el corazón. Al menos han conseguido arreglarla un poco antes del velorio, secándole el cabello y limpiando el barro de su piel. Pero por desgracia mamá le ha puesto ese horrendo vestido gris que tanto odiaba. ¡No puedo dejar que se marche así, no es justo para ella! Creo que si me doy prisa puedo volver a colarme con unos cuantos jazmines para decorar su pelo...
Al salir me encuentro de nuevo a mis padres, pero esta vez están peleando con el tío Daniel.
- ¡¡Esto es culpa vuestra!! -El hombre que llegó con él lo sujeta del brazo para que no se abalance sobre mi padre.- ¡¡Os dije que la llevarais a un puto hospital!!
- ¡¡Nosotros siempre hemos confiado en los médicos del pueblo!! -Por su parte mi padre necesita ser agarrado por mi madre.
- ¡¡Ni siquiera vacunan a los niños, joder!! ¡¡Debería llevarme a Dustin conmigo antes de que lo matéis como habéis hecho con Schmetterling!!
- ¡¡No vas a robarnos a nuestro hijo, bastante le has llenado la cabeza de estúpidas ideas!! ¡¡Esto no habría pasado si se hubiese estado quieto!!
- ¿¿Vais a tener los cojones de culparlo??
La cosa escala hasta el punto de que nuestros vecinos han de ponerse en medio para que no acaben pegándose. Las mujeres gritan escandalizadas y tratan de llevarme lejos de la escena.
- ¡¡No, quiero ir con el tío Daniel!!
- Estás a salvo con nosotros, hijo mio...
- ¡¡Noooo!! ¡¡Tío Daniel!! ¡¡Tío Daniel!!
Me despierto gritando y sacudiendo los brazos, ante lo cual los tres chicos tienen que alejarse de la cama. Espera, ¿la cama? Si, al parecer me han llevado a un dormitorio mientras estaba inconsciente.
Y también me han atado la pierna a un barrote de la cama. Perfecto.
- Por favor, no me matéis... Haré lo que sea...
- Que no te vamos a matar, hombre. -Baviera le da un golpecito en el hombro a Hikari.- Solo eran un teatro que montamos esta pava y yo para asustar a los impostores. No haríamos daño ni a una mosca.
- Habla por ti. -Replica la otra, mirándome fijamente con una sonrisa siniestra.
- ¡Deja de asustarlo! -Le da otro golpe, pero esta vez es mas fuerte.
Viéndome (mas o menos) a salvo me tomo unos segundos para respirar y observar mi alrededor. La habitación donde me encuentro tiene una decoración blanca, azul, negra y gris, una paleta de colores que sorprendentemente consigue darme un poco de sosiego. En la mesita de noche y la pared contraria a mi cama hay unas pantallas holograficas que ahora mismo están apagadas, y a los pies de la cama Oliver me ofrece una taza de té.
- ... Por favor, necesito respuestas. -Es lo único que puedo decir mientras acepto la bebida y comienzo a soplarla.
El muchacho se pone a limpiar sus gafas antes de continuar. Debo decir que sin ellas su aspecto no es tan cómico, pero parece muy cansado.
- Ante todo quiero disculparme. No debí leer el testamento y asumir que te tomarías todo bien sin al menos hacer un par preguntas. Lo que pasa es que tras tres días de lidiar con estafadores quería quitarme ya el peso de encima, espero que me comprendas.
- Creo que si. Yo también llevo un par de días muy estresado y solo quiero que todo termine de una vez...
El rubio me dedica otra de sus afables sonrisas, y esta vez si que me inspira confianza. Luego mira a Hikari y carraspea fuertemente, ante lo cual ella emite un resoplido de fastidio y se inclina para cortar la cuerda que me tiene preso.
- Gracias...
- De nada. Bien, cuentame, ¿qué quieres saber?
- ... Para empezar, eso de que la empresa es tuya...
- Me refería a que estaba previsto que yo la dirigiese, pero... Como podrás imaginar, en mi estado actual no puedo participar en estos asuntos y esperar que me tomen en serio.
- Claro... Pero es que yo no tengo ninguna experiencia empresarial.
- No debes preocuparte por eso, Dustin, la junta directiva estará detrás del telón manejando todo. Tú solo eres el director simbólico, como ya dije.
- ¿Y cuanto tiempo tendremos que sostener esta mentira?
- Cuando cumpla 18 años.
- ¿Y ahora mismo tienes...?
- 11.
... Bueno, supongo que jugar a ser empresario es mejor que cultivar arroz, al menos estaré seco y erguido. De hecho tengo otra duda ahora mismo...
- Sobre ser vuestro tutor legal...
- Mas de lo mismo, ya has visto que sabemos cuidarnos solos. -Esta vez es Baviera quien habla.- Solo tienes que hablar con los profes, firmarnos las notas, y movidas así hasta que seamos mayores de edad.
- ¿Cuantos años tenéis vosotras?
- Hikari 15 y yo 17. El año que viene puede que hasta me largue con mi furgo y mi banda.
Cuanto más hablamos mas aliviado me encuentro. Es como si me estuvieran quitando un montón de responsabilidades de encima, cosa que agradezco mucho dada mi falta de experiencia en... Todo, sinceramente.
Sin embargo, todavía le estoy dando vueltas a algo que no me cuadra en absoluto... Pero antes de que pueda abrir la boca oímos un grito que proviene de la calle.
- ¿¿No habéis quitado las trampas??
- ¡Le tocaba a Hikari!
- ¡Mentira!
Me parece que tendré que dejar mi última pregunta para luego...
Una vez acabada la misa veo al fin mi momento: Aprovecho que el padre Jebediah está distraído con mis padres para colarme rápidamente en la iglesia y acercarme a mi hermana.
No debería hacer esto, pues cada vez que la veo y pienso que no volverá a levantarse se me encoge el corazón. Al menos han conseguido arreglarla un poco antes del velorio, secándole el cabello y limpiando el barro de su piel. Pero por desgracia mamá le ha puesto ese horrendo vestido gris que tanto odiaba. ¡No puedo dejar que se marche así, no es justo para ella! Creo que si me doy prisa puedo volver a colarme con unos cuantos jazmines para decorar su pelo...
Al salir me encuentro de nuevo a mis padres, pero esta vez están peleando con el tío Daniel.
- ¡¡Esto es culpa vuestra!! -El hombre que llegó con él lo sujeta del brazo para que no se abalance sobre mi padre.- ¡¡Os dije que la llevarais a un puto hospital!!
- ¡¡Nosotros siempre hemos confiado en los médicos del pueblo!! -Por su parte mi padre necesita ser agarrado por mi madre.
- ¡¡Ni siquiera vacunan a los niños, joder!! ¡¡Debería llevarme a Dustin conmigo antes de que lo matéis como habéis hecho con Schmetterling!!
- ¡¡No vas a robarnos a nuestro hijo, bastante le has llenado la cabeza de estúpidas ideas!! ¡¡Esto no habría pasado si se hubiese estado quieto!!
- ¿¿Vais a tener los cojones de culparlo??
La cosa escala hasta el punto de que nuestros vecinos han de ponerse en medio para que no acaben pegándose. Las mujeres gritan escandalizadas y tratan de llevarme lejos de la escena.
- ¡¡No, quiero ir con el tío Daniel!!
- Estás a salvo con nosotros, hijo mio...
- ¡¡Noooo!! ¡¡Tío Daniel!! ¡¡Tío Daniel!!
-o-
Me despierto gritando y sacudiendo los brazos, ante lo cual los tres chicos tienen que alejarse de la cama. Espera, ¿la cama? Si, al parecer me han llevado a un dormitorio mientras estaba inconsciente.
Y también me han atado la pierna a un barrote de la cama. Perfecto.
- Por favor, no me matéis... Haré lo que sea...
- Que no te vamos a matar, hombre. -Baviera le da un golpecito en el hombro a Hikari.- Solo eran un teatro que montamos esta pava y yo para asustar a los impostores. No haríamos daño ni a una mosca.
- Habla por ti. -Replica la otra, mirándome fijamente con una sonrisa siniestra.
- ¡Deja de asustarlo! -Le da otro golpe, pero esta vez es mas fuerte.
Viéndome (mas o menos) a salvo me tomo unos segundos para respirar y observar mi alrededor. La habitación donde me encuentro tiene una decoración blanca, azul, negra y gris, una paleta de colores que sorprendentemente consigue darme un poco de sosiego. En la mesita de noche y la pared contraria a mi cama hay unas pantallas holograficas que ahora mismo están apagadas, y a los pies de la cama Oliver me ofrece una taza de té.
- ... Por favor, necesito respuestas. -Es lo único que puedo decir mientras acepto la bebida y comienzo a soplarla.
El muchacho se pone a limpiar sus gafas antes de continuar. Debo decir que sin ellas su aspecto no es tan cómico, pero parece muy cansado.
- Ante todo quiero disculparme. No debí leer el testamento y asumir que te tomarías todo bien sin al menos hacer un par preguntas. Lo que pasa es que tras tres días de lidiar con estafadores quería quitarme ya el peso de encima, espero que me comprendas.
- Creo que si. Yo también llevo un par de días muy estresado y solo quiero que todo termine de una vez...
El rubio me dedica otra de sus afables sonrisas, y esta vez si que me inspira confianza. Luego mira a Hikari y carraspea fuertemente, ante lo cual ella emite un resoplido de fastidio y se inclina para cortar la cuerda que me tiene preso.
- Gracias...
- De nada. Bien, cuentame, ¿qué quieres saber?
- ... Para empezar, eso de que la empresa es tuya...
- Me refería a que estaba previsto que yo la dirigiese, pero... Como podrás imaginar, en mi estado actual no puedo participar en estos asuntos y esperar que me tomen en serio.
- Claro... Pero es que yo no tengo ninguna experiencia empresarial.
- No debes preocuparte por eso, Dustin, la junta directiva estará detrás del telón manejando todo. Tú solo eres el director simbólico, como ya dije.
- ¿Y cuanto tiempo tendremos que sostener esta mentira?
- Cuando cumpla 18 años.
- ¿Y ahora mismo tienes...?
- 11.
... Bueno, supongo que jugar a ser empresario es mejor que cultivar arroz, al menos estaré seco y erguido. De hecho tengo otra duda ahora mismo...
- Sobre ser vuestro tutor legal...
- Mas de lo mismo, ya has visto que sabemos cuidarnos solos. -Esta vez es Baviera quien habla.- Solo tienes que hablar con los profes, firmarnos las notas, y movidas así hasta que seamos mayores de edad.
- ¿Cuantos años tenéis vosotras?
- Hikari 15 y yo 17. El año que viene puede que hasta me largue con mi furgo y mi banda.
Cuanto más hablamos mas aliviado me encuentro. Es como si me estuvieran quitando un montón de responsabilidades de encima, cosa que agradezco mucho dada mi falta de experiencia en... Todo, sinceramente.
Sin embargo, todavía le estoy dando vueltas a algo que no me cuadra en absoluto... Pero antes de que pueda abrir la boca oímos un grito que proviene de la calle.
- ¿¿No habéis quitado las trampas??
- ¡Le tocaba a Hikari!
- ¡Mentira!
Me parece que tendré que dejar mi última pregunta para luego...
Comentarios
Publicar un comentario