La Nueva Biblioteca De Cataluña es, sin lugar a dudas, un sitio gigantesco. Nada mas levantar la vista, después de cruzar su umbral, ya puedes ver que en los pisos superiores hay metros y metros de libros repartidos en estanterías. Contando, por supuesto, la más reciente adición del archivo digital, con miles de presentaciones de diapositivas y vídeos documentales.
Así que no es de extrañar que alguien sienta al menos un poco de emoción por encontrarse allí. Pero una cosa es emocionarse y otra es exclamar "¡Ooooh!" y "¡Aaaah!" ante cada cosa nueva que encuentras.
En uno de los primeros pasillos, cerca de la entrada, Nathan está con los codos hincados en la mesa, los rotuladores desperdigados por ahí y Lorde en sus auriculares. A pesar de lo a gusto que se siente, la música no le impide oír los grititos de entusiasmo del recién llegado. Al principio intenta ignorarlo, pero se hace demasiado insoportable para su concentración, así que suspira y se acerca con cuidado.
En uno de los primeros pasillos, cerca de la entrada, Nathan está con los codos hincados en la mesa, los rotuladores desperdigados por ahí y Lorde en sus auriculares. A pesar de lo a gusto que se siente, la música no le impide oír los grititos de entusiasmo del recién llegado. Al principio intenta ignorarlo, pero se hace demasiado insoportable para su concentración, así que suspira y se acerca con cuidado.
Es joven, quizá de su misma edad, aunque luce más cansado. Nathan suelta una risita al verlo, parece mono.
- Perdona... estoy estudiando, y no quiero ser borde, pero haces mucho ruido y me desconcentras. ¿Te importa bajar el volumen?
- Perdona... estoy estudiando, y no quiero ser borde, pero haces mucho ruido y me desconcentras. ¿Te importa bajar el volumen?
- A-ah, perdón... Si quieres me voy a otro lado...
Pero justo entonces se percata, al fin, de que hay varios hologramas de "Guarde Silencio" repartidos por los pasillos de la biblioteca.
- ... O puedo simplemente callarme. Que vergüenza... E-es que es la primera vez que vengo aqui y...
- ¿La primera vez... en una biblioteca? -Nathan parpadea un par de veces, perplejo. El chico parece sincero y un poco perdido. Casi siente pena de él.- No pasa nada. ¿No eres de por aquí?
Pero justo entonces se percata, al fin, de que hay varios hologramas de "Guarde Silencio" repartidos por los pasillos de la biblioteca.
- ... O puedo simplemente callarme. Que vergüenza... E-es que es la primera vez que vengo aqui y...
- ¿La primera vez... en una biblioteca? -Nathan parpadea un par de veces, perplejo. El chico parece sincero y un poco perdido. Casi siente pena de él.- No pasa nada. ¿No eres de por aquí?
El chico está un poco reacio a contestar al principio, pero finalmente le devuelve la mirada y cuenta su historia.
- Si, veras... No se si sabes lo que son las comunidades amish. Tengo entendido que es raro que sigan existiendo, y mucho menos la mía que era de la Vieja Orden. Allí no había bibliotecas, ni nada de lo que he encontrado desde que vivo aquí...
Los rasgos de Nathan se suavizan a la vez que un pequeño "oh" sale de sus labios. Eso lo explica todo, supone. No puede evitar sonreír un poco. Ese chico en cierta manera le provoca ternura.
- Lo entiendo. Perdón si te he hecho sentir incómodo con mis preguntas, no me debías ninguna explicación. -Tuerce la cabeza-. Aunque te has ido un poco lejos de casa, ¿no?
Menos cohibido que antes, esta vez el muchacho amish responde abiertamente.
- Si, vivía en Pensilvania. Es una historia muy larga y muy difícil de creer, jaja...
- Me lo puedo creer -ríe Nathan-. En fin, disfruta entonces de tu primer día de biblioteca. Puedes venir y sentarte a mi lado cuando sepas qué quieres leer, en mi mesa hay sitio. Siempre que sea en silencio, ¿vale?
- Me lo puedo creer -ríe Nathan-. En fin, disfruta entonces de tu primer día de biblioteca. Puedes venir y sentarte a mi lado cuando sepas qué quieres leer, en mi mesa hay sitio. Siempre que sea en silencio, ¿vale?
Guau, si que está cambiando desde que llegó a Barcelona. El Nathan de Londres nunca habría invitado a ningún desconocido a su mesa de biblioteca, se hubiera puesto como un tomate y habría huido. Eso tiene que ser bueno, ¿no?
Pero entonces al chico le entra como una risilla nerviosa. Vuelve a tener problemas para mantenerle la mirada y parece que tiembla un poco.
- ¡G-gracias! Yo... Yo voy a buscar a ver que encuentro y... Si de verdad no te molesta vuelvo en un rato. Te prometo que estaré calladito... -Se despide apresuradamente con la mano y entra corriendo a otro pasillo de estanterías.
- ¡Ey, esper...!
Demasiado tarde, el chico ya no está, ha desaparecido entre ese mar de libros. Nathan no comprende exactamente qué ha pasado. ¿Quizá lo ha asustado al ser tan directo? Si ha salido de un pueblo amish puede que no esté acostumbrado.
"Sólo espero que esté bien", desea mientras vuelve a su mesa y vuelve a mirar su libro. Todavía le quedan dos temas por estudiarse, será mejor que se ponga las pilas.
Demasiado tarde, el chico ya no está, ha desaparecido entre ese mar de libros. Nathan no comprende exactamente qué ha pasado. ¿Quizá lo ha asustado al ser tan directo? Si ha salido de un pueblo amish puede que no esté acostumbrado.
"Sólo espero que esté bien", desea mientras vuelve a su mesa y vuelve a mirar su libro. Todavía le quedan dos temas por estudiarse, será mejor que se ponga las pilas.
Comentarios
Publicar un comentario