Capítulo 16: Que La Fuerza Te Acompañe.

Ha sido una tarde muy agradable. Nathan y Dallas estudiaban sus cosas mientras yo leía otro libro de los que me gustan. Esta vez se trataba de una novela que, según la sinopsis, esta basada en una saga de películas. Cuando vuelva a casa le propondré a Hikari hacer una maratón de Star Wars.

De vez en cuando levanto la vista de las paginas para mirar a Nathan por el rabillo del ojo. Me encanta como a veces frunce un poquito el ceño para concentrarse, y como se le dibuja una pequeña sonrisa cuando comprende algo. Me gustaria saber por que cada expresion que hace me cautiva tanto.
Perderme en sus ojos es tan facil que se me habia olvidado hasta donde estamos.

Mierda, soy muy gay.

Lo que no me apasiona tanto es cuando me doy cuenta de que Dallas me mira con cara de estar pasándoselo divinamente. Me cae genial y fatal a la vez.

Pero todo lo bueno acaba tarde o temprano...

- Siento mucho tener que irme, pero hemos quedado a esta hora...
- No te preocupes, a mí todavía me quedan un par de horas y no es plan de que te quedes hasta tan tarde. -Nathan se encoge de hombros, sonriendo-. Igualmente ha estado guay, podríamos repetirlo otro día si quieres. O si te apetece otra cosa...

¿¿Hemos llegado ya a lo de la cita?? Pensaba que aun quedaban unos días para eso, pero resulta que ligar es más facil de lo que yo creía. ¡Cuando lo cuente en casa no me van a creer!

- ¡Me encantaria! Hay muchos sitios de Barcelona que me gustaria visitar contigo... -Piensa en lo que estas diciendo...- ¡B-bueno, contigo y con Dallas, claro! Visitarlos, en general... Puro interes turistico...

Entonces, como salvado por la campana, a traves de los cristales veo llegar nuestra furgoneta y a Dionisio bajando del asiento del conductor.

- ¡Anda, mira, ya esta aqui! Me ha gustado mucho pasar la tarde con vosotros, chicos.

Pero antes de que me ponga de pie, Dallas ya ha recogido sus cosas y abre la marcha hasta la entrada con una sonrisa que claramente anuncia peligro.

- ¿No nos presentas, Dustin? -pregunta con sus ojos brillando con fuerza.
- Si, claro, ¡venid conmigo!


Bueno, supongo que tarde o temprano llegaria el momento de las presentaciones, ¿no? Dejo que me acompañen hasta la salida, que por suerte no esta muy lejos, y alli nos encontramos a Dionisio. A juzgar por la cara de sorpresa y alegria que pone deduzco que ha reconocido a Nathan en seguida, asi que le hago gestos para que se calle.

- ¡Al final lo encontraste!
-Obviamente no me hace caso.- Dustin nos habló mucho de ti, tenia tanta ilusion por volver a verte...

Lo mato.

- Se llama Nathan, y este es Dallas. Chicos, este es Dionisio.

- ¡Mucho gusto! -Se inclina a darles apretones de manos.

Y así sucede con Nathan, sin embargo Dallas tira de Dionisio y le da un beso en la mejilla. Joder, sabía a lo que iba, pero ¿¿ya??

- Mucho gusto -ronronea, soltándole la mano muy lentamente.


A juzgar por su expresión de hastío, diria que Nathan ya esta acostumbrado a que su amigo tire la caña de esa forma. Aunque tampoco le puedo culpar, Dionisio es guapo y sabe como arreglarse para estar aun mas guapo.

Pero ahora mismo está mas confundido que otra cosa. Paralizado y sonrojado. Verlo balbucear me hace recordar lo chulo que se hacia conmigo al hablar de sus artes de seduccion y, lo siento, pero se me ha escapado una risilla. Miro a Nathan y le susurro:

- ¿Te parece si nos apartamos un momento a mirar la guia turistica, mientras Dallas prepara el terreno?

- Claro -ríe bajito, alejándose conmigo.- Entonces, ¿cuándo quieres que quedemos?

Por su parte Dallas sonríe de manera encantadora y le toca ligeramente por el brazo. Creo oír algo como "menuda envidia de bronceado, ya me gustaría tener un moreno así para mí". Nathan no puede evitar poner los ojos en blanco. Yo trato de ignorar como Dionisio le da las gracias entre tartamudeos y me concentro en la conversacion que tengo aquí delante.

- Realmente no tengo mucho que hacer ahora mismo, al menos hasta que comience a estudiar. Así que supongo que dependemos de tu horario para esto.

Hostia, pensandolo friamente, suena un poco triste que no tenga nada mas que hacer... Para la proxima vez tengo que conseguir hobbies y amigos de los que hablarle.


- ¿Te parece... Este sábado? Podemos estar hasta la hora de comer. Tú decides qué quieres ver y yo dónde almorzamos. -Me mira con una pequeña sonrisa-. ¿Te apetece pizza?
- ¡Me encantan las pizzas! Desde que las he descubierto no dejo de comerlas, al final me saldra tripa, jajaja... ¿Qué tal si vamos a... El Parque...? No se pronunciarlo, ese parque que hizo Gaudí. He visto un par de fotos y es preciso. Pago yo las entradas.
- El parque Güell, me parece bien. Te veo el sábado entonces. -Pero justo en ese momento se da cuenta de que Dallas está llegando un poco lejos-. Será mejor que salvemos a tu amigo ya.

Asiento y me acerco de nuevo a la escena. Dionisio sigue rojo como un tomate, sudando como un pollo y agradeciendo los halagos de Dallas.

- Perdón por cortaros, pero ya oscurece y sabes que no te gusta conducir de noche.
- ¿Eh? Ah, si, si, noche, cama... ¡No, coche! Ademas hace mucho calor... ¡Digo, mucho frio!

Madre mía que calentón lleva encima... Me despido de Nathan con un saludo y voy subiendo a la furgoneta, seguido de cerca por Dionisio.

- ... Espera. -Baja otra vez y vuelve con Dallas- ¿Me... Me das tu número? Por si algún día quedáis con Dustin y se queda sin batería, ya sabes...

¡¡No me uses para endulzar el churro!!


Dallas sonríe mientras toma el móvil y empieza a teclear. Se nota que está encantado con la situación.

- Aquí tienes. Es fácil encontrar mi número, le he puesto un besito al final. Ya sabes, para que se vea. -Le guiña un ojo-. Con las urgencias, toda ayuda es poca.


Veo a Dionisio entrar en pánico otra vez y despedirse con dos besos, antes de regresar a la furgoneta y soltar un largo suspiro.

- ... ¿Has visto cómo me lo he camelado, Dustin? Así es como se liga. ¡Lo tengo en el bote! -Ya ni disimulo, me empiezo a partir de la risa. Me ha dado tan fuerte que me tengo que abrazar la tripa- ¿Qué? ¿Qué he dicho? -Se encoge de hombros y arranca para llevarme a casa, dejando la biblioteca atras.

Cuando se me pasa la risa vuelvo a mirar el número de Nathan. Jo, es capicúa, hasta en eso es perfecto... Le cotilleo la foto de perfil de WhatsApp y veo a un chaval rubio cargando a Nathan en su espalda.

Encima es fotogénico, ¡cada vez me gusta más!

-o-

- ¡No me puedo creer que vuestro primer contacto físico fuese recogiendo libros! -Exclama Dionisio aparcando cerca de la casa.
- ¿Q-qué tiene eso de malo?
- Oh, no es malo, mas bien gracioso. Es un recurso ficticio muy común. Pero si no creciste viendo cine supongo que es normal que no lo... -Se detiene un momento antres de cruzar la entrada del jardín.- Sepas...

Los que asumo que serán compañeros de banda de Baviera huyen de nuestra casa pidiendo auxilio. Ni Dionisio ni yo lo dudamos un instante y entramos corriendo en lo que a todas luces es nuestro hogar siendo atacado.

Por un segundo se me hiela la sangre al pensar que se trata de mi padre, pero me embarga la sorpresa cuando descubro que son dos personas con ropa y pasamontañas negros. En estos momentos se encuentran peleando con los chicos.

Baviera trata de golpearlos con el bate de la otra vez, Oliver les lanza objetos que tiene a su alcance, y Hikari...

¿¿Hikari está disparando rayos láser por sus ojos??

Comentarios