Capítulo 17: Elegantemente Tarde.

No me da tiempo para pensar si voy colocado o estoy soñando, porque en cuanto nota nuestra presencia Oliver salta hacia nosotros y nos obliga a escondernos detrás del sofá.

- ¡¡Agachaos!! -Justo en ese momento el láser de Hikari pasa por encima de nuestras cabezas.- Por poco...
- ¿¿Qué está pasando?? -Dionisio tiene problemas para respirar, no tiene muy buena pinta...
- ¡Se colaron durante el ensayo de tu hija! ¡Debieron pensar que no nos daríamos cuenta con la música!
- ¿¿Son ladrones??
- ¡A juzgar por como me han dejado el laboratorio, diría que si! ¡Las chicas están tratando de recuperar lo que tienen en esa carpeta!
- ¿¿Qué podrían querer de nosotros?? -Esta vez soy yo quien grita.- ¿¿Y por qué soy el único aquí que no cuestiona que la niña dispare rayos láser por los ojos??
- ¡Ah, ¿eso?! ¡Son unas gafas de mi invención! ¡Me las pidió después de ver una película sobre...! -Justo en ese momento, uno de los intrusos le pega un puñetazo a Hikari y las gafas acaban rotas en el suelo.- ... Me llevó una semana hacerlas.
- ¡¡No es el momento de lamentarse, Doctor, ¿no ha llamado a la policía?!! -Dionisio sacude al chico por los hombros, y aquí es cuando comienzo a preocuparme de verdad.
- ¡Han cortado la cobertura en toda la calle!
- ¿¿Qué hacemos aquí parados, entonces??

No conseguimos impedir que se lance a la pelea para esconder a Baviera detrás de otro mueble. Me cuesta oírlos desde aquí, pero creo que han empezado a discutir. Mientras tanto, Hikari aparta un par de sillones de su camino y...

¿¿Saca unas garras metálicas de sus nudillos??

- ¿¿Otro invento de los suyos??
- ¡¡Implantes, mas bien!! ¡¡Me pidió que se los instalara cuando...!!
- No, mire, mejor déjelo...

El otro intruso esquiva los zarpazos de Hikari, y cualquiera diría que la muchacha se lo está pasando genial ahora que tiene una excusa para usarlas. El ladrón trata de alejarla con una patada en el estómago, pero al hacerlo se oye un ruido metálico.

Doctor Novikov, ¿¿qué le ha hecho a esta chica??

La pelea se traslada al salón comedor, para desgracia de la gran mesa de celebraciones que termina partida por la mitad. Al fin puedo oír la discusión de Baviera y Dionisio, quienes se encuentran de rodillas en el suelo y están forcejeando.

- ¡¡No puedo dejar que pelee sola!! ¡¡Sueltame!!
- ¡¡Y yo no puedo dejar que te pongas en peligro!! -Además de respirar agitadamente tiene las pupilas contraídas, le tiemblan los brazos y la barbilla.- ¡¡No puedo perderte como a tu madre!! ¡¡Por favor, quédate aquí!!
- ¡Estoy bien, papá! ¡No me va a pasar nada, cálmate! -Baviera sujeta su cara y lo mira a los ojos, consciente del ataque que le está dando.

Ya no me entero de mucho más, pues Oliver sale corriendo de nuestro escondite con una solución purpúrea en una probeta. Cuando llega al comedor la arroja al centro de la sala, y esta se convierte en una masa que se expande hacia los intrusos. Estos logran esquivarla y escapar por la ventana, pero se les cae el dossier que habían robado.

Hikari y el Doctor se miran el uno al otro con una sonrisa agotada, mientras que Dionisio logra calmarse un poco al ver a su hija a salvo por fin.

- Ya está, papá... Ya acabó... -Baviera lo abraza contra su pecho y respira lentamente con él.- Así, muy bien... Todo está bien...

Yo me dejo caer contra lo que queda de sillón, con la cabeza a punto de estallar. No he pasado por tanto estrés desde que Atlas me rescató del pueblo...

Oliver suspira aliviado y va a recoger el archivo, pero entonces la masa se descontrola y se extiende hasta el techo. La solución daña la cadena que sostiene la lámpara de troncos y esta cae en picado hacia el doctor...

Hasta que Hikari salta para salvarlo y recibe el impacto de lleno. Igual que antes, se oye un ruido metálico y veo como saltan varios tornillos del cuerpo de la chica.

- ¡¡HIKARI!! -Ahora es Oliver quien es presa del pánico.

Se arrodilla junto al desastre y corro a ayudarle. Dionisio y Baviera se levantan rápidamente y se unen a nosotros para levantar la lámpara y liberar a la chica.

- ¡¡Rápido, al laboratorio!! -Al Doctor le tiembla la voz y se ha quedado pálido como un muerto.

La cargamos rápidamente a la planta de arriba y allí la colocamos en una de las mesas del aula. A pesar de las prisas me fijo en que hay una botella de vodka rota en el suelo, ¿habrán sido los ladrones?

...

Un momento, ¿por qué hay...? ¡No, ahora no es el momento!

Hikari está hecha papilla... Un brazo y una pierna le cuelgan del resto del cuerpo por un par de cables, algunas partes de su piel se han levantado dejando ver pedazos de carbono y metal, y su cabeza tiembla y chisporrotea como una bombilla vieja.

- Doctor... Necesito una explicación...

Oliver registra apresuradamente los cajones del laboratorio, hasta que encuentra una maleta de herramientas y la carga como buenamente puede hasta la mesa. Allí comienza a atornillar partes de su cabeza que normalmente no son visibles gracias a su cabello, con lo cual compruebo que no toda su anatomía es robótica.

- Cuando Dionisio la rescató, estaba a un paso de quedar tetrapléjica. -Agradezco haber pasado tanto tiempo hablando con él, de otro modo ahora mismo no le entendería. Habla muy deprisa y apenas vocaliza por el estrés.- Así que pasé las semanas siguientes operándola para que pudiera volver a caminar. Pero la cosa no quedó ahí... ¡¡Ах, слава Богу!!

El momentáneo alivio en su voz nos indica que ha conseguido que la cabeza de su hija deje de convulsionar. Los otros tres observamos en silencio como consigue reajustarle los miembros que se han desprendido. Sin duda este hombre es un genio...

- Como ella no sabía otro idioma además del japonés, decidí ponerla a ver ese anime que tanto le gusta... Y comenzó a sacar ideas de allí. Garras de acero, placas de titanio que le sirvieran como escudo... Quería ser una cyborg. Le dí todo lo que me pedía para hacerla feliz, excepto la visión láser porque escapa a mis capacidades...

En unos minutos ha conseguido dejarla casi como nueva, sin contar los rasguños y demás lesiones orgánicas. La sacude un poco para reanimarla pero no funciona, así que conecta su espalda a una batería portátil.

- Pero ahora veo que todo escapa a mis capacidades, ¡nunca debí hacerle esto! -Su voz vuelve a temblar.- ¡Debí curarla sin más, no convertirla en una máquina de combate! ¡Hoy casi la pierdo y es culpa mía! De momento he desactivado las armas, pero en cuanto se recupere las extraeré de su organismo...
- Oliver, se va a cabrear y lo sabes... -Baviera apoya una mano en su hombro.- Hikari es consciente de los peligros que corre, no deberías tratarla como a una niña.
- ¡¡Pero es que es mi niña!! -La aparta con un manotazo.- ¡¡Soy responsable de ella!!
- ¡¡Eh, menos lobos!! -Dionisio le agarra el brazo.- ¡¡Si le vuelves a levantar la mano a mi hija...!!
- Sueltame o te clavo el destornillador en el ojo. -Por su expresión y el tono grave diría que va totalmente en serio...- Ganas no me faltan.

Iba a acercarme para separar a los tres, pero entonces oímos ruidos y voces que vienen de la entrada. Bajamos corriendo, Baviera aun armada con su bate y Oliver todavía con el destornillador, aunque paramos en seco al ver que se trata de...

- ... ¿Julieta? ¿Iván?

Estos nos apuntan con unas pistolas, pero al darse cuenta de que somos nosotros las bajan en seguida.

- Mierda, llegamos tarde... -Murmura Iván sacando un comunicador de su bolsillo.- Aquí Molinos y Bellavista, los intrusos han escapado. Manden una unidad médica inmediatamente.
- Mira que pasamos horas vigilando la casa, y para un rato que nos vamos a comprar ocurre esto... -Julieta se acerca a nosotros mostrando una...

Espera, ¿¿eso es una licencia de policía??

Abro la boca para disparar mil preguntas, pero entonces oigo otro ruido detrás de mi. Es Hikari, que baja las escaleras apoyada en la barandilla y frotándose la cabeza.

- ¿Ya están aquí los cotillas? Joder, pues os habéis perdido una buena fiesta...

Me alegra que al menos alguien conserve el humor, porque creo que estamos todos al borde de un ataque de nervios...

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