Capítulo 2.11.: Haciendo Trampas.

Bueno, bueno, bueno, ¿no seré yo la puta ama?

La casa: Limpia y ordenada. El agujero del techo: Tapado, sólo falta pintarlo. Miembros de la casa: Papá en su cuarto y los demás en la cocina. Sólo faltan Dustin y el Doctor, que ya están de camino.

Me asomo a ver cómo van. La tía Cassandra está cocinando galletas y el tío Apolo está sentado a su lado, con el pie atado a una de la patas de la silla. Hoy le hemos recogido el cabello con trenzas y flores, parece salido de un bosque mágico. Hikari juega a clavar un kunai entre los huecos de sus dedos cada vez más rápido.

- Como Oliver te pille rayando la mesa... -Digo dándole un beso.
- ¿Te preocupa sólo la mesa? -Apolo me mira con una ceja alzada.
- Mi chica sabe lo que hace. Tita Cass, ¿puedes venir un momento?

Me la llevo un segundo la pasillo, aprovechando que ya ha metido las galletas en el horno, y susurro para que no se enteren los demás.

- Lo hemos hablado, y creemos que ya podemos dejar al tito Apolo suelto por la casa.
- Me alegro. Así podrá ayudarme con las tareas, le ayuda a relajarse...
- Y no tendremos que darle explicaciones a la asistenta. Voy a llevarme a Hikari al salón, te lo dejo a ti. ¡Cariño!

La pelirroja se despide de mi con un gesto y vuelve a sus quehaceres, mientras que mi novia sale corriendo a agarrarme el brazo.

- Papá y Dustin deben estar al caer. -Y justo entonces suena el timbre.- ¿Ves? Mis poderes mentales nunca fallan.
- Eres la mejor, cielo. -Ya está con sus flipadas, ¡si es que me la como!

Aunque se me corta el rollo bien rápido, Dustin parece súper serio... Deja su mochila y su chaqueta junto a un sillón y toma asiento.

- Aún queda un rato antes de que llegue la asistenta. -Comenta, todavía con su expresión firme.- ¿Podemos hablar los cinco?

Ni nos lo pensamos. Llamo a Papá con un silbido y en dos minutos estamos sentados haciéndo un círculo. Hikari me ha puesto en su regazo, (hoy está cariñosa y no me quejo) y los demás han tomado cada uno un sillón.

- Siento mucho cómo me he puesto hoy. Es que... Cuando vivía en la aldea nadie tenía en cuenta mi opinión. Y tampoco me contaban los asuntos que concernían a la familia. Entiendo que cuando llegué no hice preguntas, nos estabamos conociendo, ocurrió el incidente con los vecinos... Pero... Hoy, tras medio año siendo familia, he hecho una pregunta y no se me ha dado respuesta. Y me ha dolido...

Hikari y yo compartimos una mirada. ¡Esto para nosotras es un concepto alienígena! Quitando movidas más recientes, nuestros padres nos lo cuentan todo desde que eramos enanas. Que a este pobre diablo que me saca un lustro no le hayan dado esa confianza... Es bastante triste. Más aún teniendo en cuenta que se lo estamos haciendo otra vez. Y creo que Oliver y Papá piensan lo mismo, viendo cómo apartan la vista incómodos...

Ay, joder... Esa cara de cachorrito no... Se ha quedado mirando al suelo y creo que le brillan los ojos. Quiero ir a abrazarlo o algo, ¡no se, sólo quiero protegerle! ¡Mierda! Pero antes de que hagamos nada, el propio Dustin vuelve a alzar la cabeza.

- Pero... ¡Vosotros me queréis! -Esboza una sonrisa débil.- Jamás haríais algo para herirme. Y a veces, las cosas no se cuentan por motivos importantes. Y aunque quiero que confíeis en mi, también debo confiar en vosotros. Por eso lo preguntaré una vez más. Y si no hay respuesta, ¡no importa! Ya llegará. -Toma una gran bocanada de aire.- Siento que hay algo que debo saber, algo muy importante para mi... ¿Qué es?

... ¿Y ahora qué?

Nos acaba de decir que no importa. Que confía en nosotros y entiende la situación. Ahora mismo podríamos decirle que no sabemos nada y seguir con nuestras vidas...

...

No queremos eso. Ninguno de nosotros quiere guardarselo más. Pero hay otra persona más implicada en este asunto, y no podemos romper nuestra palabra con ella.

- Si fuera otra cosa, -Comienza el Doctor.- ¡cualquier cosa!, a estas alturas ya te lo habríamos dicho.
- Pero hemos jurado no decir nada sobre esto en particular. -Termina mi padre.- Al menos, no hasta que llegue el momento.

Silencio. Vuelve a mirar al suelo, aunque esta vez no sé leer su expresión. Pasan unos segundos antes de que lo oigamos tomar aire una vez más.

- Os lo ha hecho jurar Monarca, ¿verdad?

Vuelve a su semblante serio, y ahí es cuando los cuatro nos cagamos encima. ¿¿Cómo coño sabe quién es Monarca?? ¿¿Se lo habrá dicho Brooke??

- Hoy he hablado con un amigo, alguien en quien también confío, y me ha dicho que debo hablar con Monarca. ¿Hay alguna relación?
- ... Si. -Y nos cagamos encima otra vez, ¿¿Hikari??- Nos lo pidió Monarca.
- Oye... -Musita el Doctor.
- ¿Qué? Nos hizo jurar que no diríamos eso en particular, pero no nos hizo jurar que no diríamos que nos hizo jurar algo. No me estoy saltando las normas.

La amo. Es que ahora mismo le metía un morreo. Nuestros padres resoplan aliviados, apartandose el cabello de la cara y secandose el sudor.

- Y te lo queremos decir, porque la verdad es que es muy gordo. -Yo no me pienso quedar atrás.- Pero Monarca es alguien muy importante para nosotros, y del mismo modo que no queremos traicionar tu confianza, tampoco queremos traicionar la suya.
- Con todo el rollo de los juramentos... 
  
Hikari sonríe de forma pícara, frotándose las manos y mirando a Dustin con complicidad. Uy, uy, uy, ¿qué planea mi pillina? Sea lo que sea, yo me apunto.

- Hemos jurado no decir nada, pero no hemos jurado impedir que investigue. Si Dustin decide ir a hablar con Monarca, yo me hago la loca. Total, a saber cuándo lo hará ella...
- Originalmente te lo iba a decir yo, pero creí que debía hacerlo la propia Monarca. -Añade el Doctor.- Entonces fue cuando nos calzó el juramento, ahora me arrepiento...

 Parece que Dustin está más tranquilo. Se deja caer en su asiento suspirando, cerrando los ojos con alivio.

- Gracias... Y de nuevo, perdón por presionaros...
- No pasa nada. -Contesto acariciando la cabeza de Hikari.- Tienes derecho a saberlo, pero... Ya ves cómo está la cosa.
- Lo entiendo. Además, ya sé a quién preguntar...

Me parece que es bastante evidente que habla de cierte bocazas...

-o-

Quequé mira fijamente a la pantalla, flipando pepinillos. Brooke por su parte me zarandea el brazo.

- ¡¡Mira en qué movidote me has metido, Arturo!! -Me recrimina con voz lastimera.- ¿¿Y ahora con qué cara me presento mañana a clase?? ¡¡Porque está claro que habla de mi!! ¡¡Y como Monarca se entere de que ha descubierto el pastel, nos mata a todos!!
- Pues a mi me parece bien, llevo tiempo queriendo hablar con Dionisio... -Añade Dallas.- No puedo seguir fingiendo que no sé cosas. Quiero tener una relación sincera con él...
- Y la Cassandra ésta también tendrá que confesar...
- Brooke, te he dicho mil veces que no es una Mariposa.

Se oye a Colias al otro lado de la sala de vigilancia. Para no variar, teclea con furia en la terminal sin apartar los ojos de una pantalla llena de fotos y documentos de identidad.

- No sé de donde rábanos ha salido, por más que investigo... Ella y varios miembros de su familia están flotando en el limbo de la información.
- Hablando de Cassandra, ¿qué os parece si vemos cómo le va con el Tito Apolo? -Quequé cambia de tema, igual que de canal de la casa.
- Oye, ¡no me ignores! Siempre me hacéis lo mismo, luego os cae la bronca porque no hicisteis caso y...

Tarde, ya la estamos ignorando todos.

Comentarios