Capítulo 2.14.: Rigor Mortis


 Primavera de 2011, Ciudad de Mexico.

... ¿De dónde viene ese ruido? Así no me puedo concentrar...

...

¿¿En serio alguien está roncando en el aula de estudio?? Como lo pille lo mato, ¿¿quién es?? A dormir a tu puta casa, pedazo de...

...

Ah, vaya... Es Dionisio...

Otra vez.

Me acerco a él con cuidado, sacudiendo su hombro suavemente, y el pobre despierta con un sobresalto.

- ¡¡Discúlpeme, patrón, ya estoy list...!! Ah, Daniel...

Se incorpora apartando el cabello sudado de su frente. Normalmente me parecería una visión extremadamente sexy, pero hoy lo acompaña con una expresión lamentable. Tampoco ayudan esas ojeras y el tembor de sus piernas.

- Lo siento, anoche tampoco dormí. Volvieron a doblarme el turno en el taller. Maldito Opel Corsa...
- ¿No duermes por el día?
- Sigo trabajando en la boutique, esta semana comienza la temporada de primavera...
- Oye, sé que quieres conseguir vuestro propio piso... -Comenta Tanya desde su mesa.- Pero esto te está matando, Dionisio. Deberías renunciar a uno de los dos trabajos...
- No puedo, ¡no ahora! Si dejo que Celia trabaje, no podrá terminar de estudiar...
- ¡Tú también estás estudiando!
- ¡Puedo hacerlo, ¿vale?! Celia se merece a un buen hombre en su vida, y eso es lo que pienso ser.

Vemos como se agacha para abrir la mochila. Incluso este gesto tan sencillo le supone un enorme esfuerzo...

- Llevo meses luchando por esto... Y sé que valdrá la pena.

Abre el pequeño estuche y muestra su contenido: Un anillo de compromiso.

Esto no me sorprende en absoluto. Sobre todo desde que empezaron formalmente sin mí (tampoco me molesta, anda que no tengo yo a mis titis por ahí, jeje...). Era sólo cuestión de tiempo que dieran el gran paso, ¡y aquí está!

- Es muy bonito... -Tanya sonríe levemente.- Pero insisto en que debes dormir.
- El problema es que mi horario se ha alterado tanto... Que cuando quiero dormir ya no puedo. Se me atrofió el reloj interno.
- Hmmm... Eso no suena demasiado bien... Espera, ahora vuelvo.

La vemos registrar en su escritorio hasta sacar un pequeño bote de pastillas. Cuando se acerca de nuevo, compruebo que tras el transparente plástico hay un montón de píldoras rosadas.

- Éste es mi Trabajo de Fin de Grado, "M0R-PH3". Morpheus para abreviar.
- Qué nombres más raros ponéis los químicos...
- Anda y que te den. -Me saca la lengua.- Se trata de un fármaco elaborado a partir de semillas de amapola. Aún está en fase experimental, así que seguramente no te cause ningún efecto, pero... Si lo quieres probar, yo te presto un tarro.
- ¿Estás segura? -Lo toma tímidamente en sus manos.- No tienes que molestarte...
- No me importa. Somos amigos, ¿no?
- ¡Yo también soy tu amigo, dame un poco!

Le quito el tarro a Dionisio y me echo una en la mano. Con la pinta de caramelo que tiene no me podría resistir...

- Oye, que no son grageas...
- Has dicho que seguramente no funcionan, ¿verdad? -Me la trago sin agua ni nada.
- ¡Eres imbécil!

Ay, ¡si es que me encanta su cara de rabieta! A veces juraría que me quiere pegar y tod-...

...

...

...

Me caigo de morros al suelo.

- ¡OH, DIOS MÍO...!

No puedo moverme... No puedo hablar... No puedo hacer nada. Sólo oigo a Tanya y Dionisio gritar horrorizados.

- ¡ESTO NO SE SUPONÍA QUE DEBÍA PASAR... -Noto cómo se arrodilla a mi lado.- ... ¡MIERDA, NO TIENE PULSO! ¿¿LO HE MATADO??

¡No, no, no, sigo vivo! Joder, ¡debo moverme como sea!
 
- ¡DOCTOR NOVIKOV, VENGA RÁPIDO!
- Dios mío, Daniel, lo siento... Lo siento mucho... -Ay, Tanya, ¡no llores! ¡Que estoy bien!- Es culpa mía... Lo siento... Lo siento...

Oigo más gritos y pasos, y entonces reconozco la voz del Doctor.

- ¿Qué ha pasad-? ¡Oh, no, Daniel! -Se agacha a mi lado para tomarme el pulso también.- TANYA, ¿QUÉ HA PASADO? -Recoge el tarro de pastillas del suelo.- ¿ESTO ES TUYO?
- ¡No sabía que esto iba a pasar, se lo juro, yo...!
- ¡NO PUEDES EXPERIMENTAR CON HUMANOS DE ESTA MANERA, TANYA! ¡ESTO ES DE PRIMERO DE CARRERA! -Me pone boca arriba y me enfoca con una linternita en el ojo.- Vale, vale, sigue vivo... ¡Dionisio, pásame el botiquín!
- ¡Yo puedo ayudarle, Doctor, tengo...!
-¡¡No, Tanya, tú ya has hecho bastante!! -Coño, nunca lo había oído así de cabreado... La que he liado...- ¡¡No quiero volver a verte por mi laboratorio!! ¡¡Y vete olvidando de la beca!!

¡¡NO, ESTO ES CULPA MÍA!! Oigo a Tanya huir llorando, y dentro de mi despierta una fuerza que ni yo mismo conocía. Luchando contra la rigidez de mi cuerpo, mi mano se agarra con fuerza al brazo del Doctor Novikov.

- V-ve... A.... Ped-dirle... Per...dón...
- ¡No te preocupes, Daniel, te sacaré de es...!
- ¡Pi...dele... PERDÓNNNGGG!
 
-o-

 Una semana después.

- Tanya... -El Doctor vuelve a llamar a la puerta de su cuarto.- Tanya, por favor, ábreme...
- No.
- Lo siento... No debí decir nada de eso...
- Ese no es el problema.
- ¡He hablado con la junta, puedes seguir estudiando aquí!

Celia, Novikov y yo nos apartamos cuando abre la puerta bruscamente. Tiene los ojos rojos y la cara mojada, y no recuerdo haberla visto tan mosqueada en toda la carrera...

- ¡QUE NO ES ESE EL PROBLEMA!
- ¿¿Qué más puedo hacer??
- NO SE TRATA DE USTED, DOCTOR, SE TRATA DE MI. -Se señala a si misma con las manos temblorosas.- HE FRACASADO COMO FARMACÉUTICA. NO DEBO NI MEREZCO VOLVER A TRABAJAR CON VOSOTROS. ES MÁS, QUE LE HAYA PEDIDO MI REGRESO A LA JUNTA ME PARECE... ME PARECE PEOR QUE ECHARME.

Ninguno se atreve a decir nada. Cierto, normalmente a estas alturas ya estaría expulsada, pero... ¡Nosotros no queremos eso!

- Desde hoy renuncio a la medicina para siempre... -Sentencia, en una voz tan baja y lúgubre que apenas la oímos.- Y no quiero que volvais a insistirme con esto.
- Tanya... -El Doctor cierra los ojos con fuerza ante el portazo.

Celia y yo vemos como le tiemblan los hombros. Tiene la vista fija en el suelo, totalmente debastado. Ay, ojalá hubiese cerrado mi sucia boca...

- ... Si queréis cambiar de tutor, lo entenderé. No pienso retiraros la beca a ninguno.
- ¡Anda ya, viejo zorro!

Nos tiramos encima suyo para abrazarlo. De hecho, creo que es la primera vez que lo hacemos. ¡Y vaya que si le pilla por sorpresa!

Se nota que al principio va cortado, pero luego nos rodea con sus brazos y nos acaricia las espaldas. Hasta nos da besos en la coronilla, susurrando "gracias..." con la voz frágil. Pobrecito...

- Id tirando... -Celia se separa de nosotros con un par de besos más.- Yo le haré un poco de compañía, espero que al menos me siga viendo como una amiga...

Lo mismo espero...

Después de todo, la culpa de esta movida ha sido mía.

Comentarios